lunes, 24 de enero de 2011

Sigue girando. No te pares que te pillas.


El mundo se empeña en hacer muchas cosas. Mucha actividad. En ser los primeros o al menos ostentar el logro de ser quienes más lo hacen. Si no es así, al menos que se entere de sus vital actividad, el mayor número de gente. Facebook es un buen diario de actividades que satisface el ego de lo social. Nadie publica actividades injuriosas o que pueda perjudicar su buen nombre. Twitter del pensamiento mundano, impulsivo, breve y con ganas de pionera notoriedad. De recibir un eco de alguna parte que felicite tu actividad.

Muchos hacen cosas porque no saben estar sin hacer nada. La sombra del aburrimiento o la chantajista culpabilidad son responsables de mucha de la actividad que se programa semanalmente. Y es que no controlamos nuestros pensamientos. Si no encontramos ocupación y les damos algo que pensar a nuestras neuronas ahora, se despistarán por derroteros que no siempre gustan. Ante al miedo a esos indómitos pensamientos, se suele buscar actividad concatenada con otra. Con suerte y mucha prisa, casi te aíslas de lo que te ronda en el subconsciente.

No podemos obviar que vivimos en un mundo capitalista en el que la productividad es esencial para la supervivencia. Hay que hacer girar la rueda gastando todo lo que podamos permitirnos. Suelo escuchar: “No hacer nada es de vagos. Es de anormales que ven la vida pasar”. Tratar de no pensar es algo demasiado mal visto por la cultura occidental. La vagancia como falta de motivación para actuar es denostado y repudiado por quien consigue tener bien programada su agenda no laboral. De todo hay que saber y deber de opinar. Frenética actividad y pensamiento gregario. O vas conmigo o contra mí. A fin de cuentas, es complicado saber qué piensa aquel que no hace nada y no saber, no gusta. Es muy preocupante.


Yo reivindico mi derecho a no querer hacer nada. Sé que no es bueno, que no es sano, que no está bien visto y que induce a la marginalidad. Es destructivo y de sintomatología patógena. Quizás algún día encuentre la forma de poder hacer en paz y con el respeto de todos, NADA.

Que siga girando la rueda. Cada cual a sus RPM. A fin de cuentas lo único que conseguimos es variar nuestra percepción del tiempo. Todo quedará en el recuerdo. ¿Y el futuro? Ese sí da miedo así que será mejor no pensar.

3 comentarios:

  1. Hay días que tienes ese sentimiento de no querer hacer nada, de que la frase "No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy" no está escrita para ti, pero sin embargo la realidad es otra y debes aterrizar de ese mundo de sueños y vivir tu presente, que no es más que intentar hacer cada día algo que te enriquezca como persona y te ayude a tu desarrollo emocional.

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  2. Has sido muy convincente, valiente y amable. Gracias por tomarte la molestia de escribir sobre algo tan políticamente incorrecto con esa educación. Aunque no sepa quién eres, gracias.

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  3. Me alegro que te haya gustado mi comentario. Puede que me conozcas si te digo dos palabras "Venecia Magic".

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